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Aprender a decir NO. Sin sentirte culpable o creer que lastimas a alguien. Querer agradar a todos es un desgaste enorme.

Recupero esta frase que utilicé al escribir sobre el poder de la asertividad  y  los beneficios de desarrollar esta capacidad.

La incapacidad de decir que no está directamente relacionada con la necesidad de buscar la aprobación de los demás. Y entre sus efectos negativos, quiero profundizar en aquellas veces en que no decimos no y nos sobrecargarnos asumiendo más de lo que es saludable para nosotros estresándonos.

Recordando qué es asertividad:

“La asertividad es una capacidad que tiene una persona para decir NO, expresar desacuerdos, dar con una opinión contraria para oponerse a situaciones conflictivas y hacerlo no como lo hace el sumiso, que es negociando con sus principios ni como lo hace el agresivo, que es violando los principios de los demás. El asertivo es una persona que es capaz de expresar sus sentimientos negativos sin violar los derechos ajenos o intentando no violarlos”. Walter Riso

  No es saludable decir que sí a todo. Tenemos un tiempo y una energía limitada.

¿Cuándo debemos decir que no?

Desde luego que es importante ayudar a otros pero, aunque nos resulte difícil, es necesario darse cuenta de que no todo importa igual y aprender a determinar lo que más nos importa, es decir, qué actividades merecen nuestro tiempo y atención.

Puedes utilizar las siguientes técnicas:

-Valorar tu tiempo:

Tu tiempo es valioso, ten esta premisa siempre en cuenta cuando otros esperen una respuesta de tu parte. Si ayudar a otros implica que no vas a poder satisfacer tus necesidades o tareas, entonces, valóralo antes de tomar una decisión equivocada.

-Define tus valores y prioridades y céntrate en lo más importante

Te resultará útil tener claridad sobre tus valores y prioridades antes de aceptar nuevos compromisos. También antes de comprometerte, te puede ayudar preguntarte: ¿qué es prioritario ahora?

-Practica decir no asertivamente

Decir ‘no’ no está reñido con ser amable. Puedes decirlo de una manera asertiva, respetando los derechos de los demás, como hemos visto en la definición de asertividad.

Y como todo, lo importante no es la teoría sino poner en práctica lo aprendido. Por eso, te animo a que practiques comenzando con  las situaciones más sencillas para estar preparado para las más complicadas. Comprobarás como  decir ‘no’ no va a hacer que te quedes sin amigos ni sin relaciones sociales y sí con menos estrés.

En el siguiente post abordaré diferentes técnicas para practicar «decir no».

 

Esther Fernández

Consultora Coach

Experta en MIndfulness Liderazgo y creatividad

 

 

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