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¿Qué es la asertividad?

Decimos que una persona es asertiva cuando es capaz de ejercer y/o defender sus derechos personales, como por ejemplo decir “no”, expresar desacuerdos, dar una opinión contraria y/o expresar sentimientos negativos sin dejarse manipular, como hace el sumiso, y sin manipular ni violar los derechos de los demás, como hace el agresivo.

Ser asertivo está relacionado con tener una sana autoestima y seguridad en uno mismo, ya que la persona asertiva mantiene un equilibrio entre sus derechos y los de los demás. Defiende con firmeza y al mismo tiempo con amabilidad sus derechos personales sin pisotear a los demás.

«Cualquiera puede enfadarse, pero lo difícil es hacerlo con la persona adecuada, en el grado correcto, en el momento idóneo, por la causa apropiada y de la forma oportuna». Aristóteles

Cuando realizo coaching o formación en mindfulness para el estrés, me encuentro muchas veces la dificultad de algunas personas para decir no, lo que les lleva a sobrecargarse. Utilizar la comunicación asertiva disminuye los niveles de estrés al aligerar esa carga de excesivas responsabilidades asumidas por no saber decir no.

Aprender a decir NO. Sin sentirte culpable o creer que lastimas a alguien. Querer agradar a todos es un desgaste enorme.

Pero aprender a poner límites es solo una una de de las aplicaciones de la comunicación asertiva.

Asertividad: ni sumisión, ni agresión

Comunicación pasiva, agresiva y asertiva

La comunicación asertiva se encuentra a entre la comunicación pasiva (no expresamos lo que realmente queremos decir, nos callamos) y la comunicación agresiva (no nos callamos, pero lo expresamos con un tono o actitud inadecuada).

Imaginemos, por ejemplo, que estamos en la cola del supermercado y una persona se cuela.

  • La comunicación pasiva se posicionaría en no decir nada, aunque sintiera muchísima rabia por la situación,  provocandole un importante sentimiento de frustración.
  • La comunicación agresiva, por el contrario, se expresaría con malos modales, provocando casi con total seguridad una situación de conflicto.
  • La comunicación asertiva, por el contrario, con total tranquilidad y un tono de voz adecuado, comunicaría a la persona su punto de vista.

Se puede decir que nadie es puramente agresivo, Sumiso, ni asertivo. Las personas tenemos tendencias hacia alguna de estas conductas, más o menos acentuadas, pero no existen los tipos puros.

Podemos representar un tipo de conducta en ciertas situaciones que nos causan dificultad, mientras que en otras podemos reaccionar de una forma completamente diferente. Depende de la problemática de cada uno y de la importancia que tenga ésta para la persona.

Asertividad: dialogar con calma y respeto

  • Mostrar nuestros deseos con honestidad y escogiendo las palabras más adecuadas para no generar conflicto.
  • Evitamos los reproches personales, los ataques constantes o recurrir a informaciones hirientes que desacredite a un individuo (agresividad).
  • No es una comunicación pasiva o que impida el exponer lo que verdaderamente se desea.

Más ventajas:

  • Mejora nuestras habilidades de afrontamiento, pues nos permite expresarnos efectivamente, defender nuestro punto de vista, a la vez que respetamos el de los demás
  • Mejora la autoconfianza y autoestima.
  • Actuamos desde la autenticidad y nuestros valores.
  • Cuando respetamos al otro, nos ganamos el respeto de los demás.
  • Mejoramos nuestras habilidades comunicativas.
  • Podemos tomar mejores decisiones.
  • Construimos relaciones sociales y laborales más auténticas.

Os animo a cultivar un estilo de comunicación asertivo, un estilo consciente y calmado que os ayudará a manejar conflictos, conducir situaciones de negociación con habilidad, establecer y mantener conversaciones con diferentes personas y en diferentes contextos, solicitar cambios de conducta en otras personas, ser directo con lo que se queréis expresar sin ofender… Mejorando tanto vuestras relaciones personales como profesionales.

Con la práctica de mindfulness o atención plena nos hacemos más conscientes de nuestros pensamientos y emociones aprendiendo a elegir nuestra respuesta en lugar de reaccionar.

En el siguiente post veremos técnicas específicas.

 

Esther Fernández

Consultora Coach

experta en Mindfulness

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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