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Una forma estupenda de aplicar mindfulness y que, sin duda, mejorarará tus relaciones, es la escucha atenta, o focalizar la atención a través del sentido del oído, evitando otras distracciones.

Según los estudios de inteligencia emocional de Daniel Goleman, las personas con una mayor habilidad de escucha son las que tienen más éxito en su profesión. Pero dominar la escucha atenta es relevante tanto en el ámbito profesional como en el ámbito personal. Al escuchar se fortalecen las relaciones familiares, las de pareja,  las amistades, se reducen  as disputas, disminuyen los malentendidos…

Desde la práctica de Mindfulness  escuchar atentamente implica estar completamente presente cuando interactúas con los demás en lugar de pensar en tu lista de tareas pendientes mientras tu compañero de explica algo,  o mirar el teléfono, por ejemplo.

Es curioso, pero muy pocos tienen desarrollada esta capacidad y lo preocupante es que, además, está disminuyendo cuando damos prioridad al teléfono en la mano, al mundo digital sobre las personas que tenemos cerca.

«Hablar es una necesidad, escuchar es un arte» Goethe

Cómo practicar

Puedes practicar la escucha atenta de manera formal o informal.

Para hacerlo de manera formal, necesitas estar en un espacio en silencio y  plantear una conversación y que la otra persona hable mientras escuchas y al revés.

La práctica informal consiste en escuchar atentamente a otra persona y concederle todo el espacio para hablar durante una conversación normal y corriente. Puedes practicar en las siguientes conversaciones que tengas hoy a lo largo del día.

También puedes practicar la escucha profunda cuando comiences a meditar.  Una de las primeras cosas que notarás, una vez que el sonido de la campana se desvanezca, son los sonidos de fondo, el ruido del tráfico, voces murmuradas en el pasillo o tus vecinos si los tienes, o cualquier electrodoméstico… Cuando notes cada uno, la idea es abandonar el hábito de nombrarlo y juzgarlo y sumergirte en la sensación pura de oír. De esta forma, todo lo que oyes se trata como igual, más allá de ser agradable o desagradable.

Practica simplemente escuchando y permaneciendo en la conciencia pura de la escucha. En cualquier momento, como es natural, pueden aparecer pensamientos sobre lo que estás escuchando y los sentimientos que acompañan a esos pensamientos, un amplio abanico de emociones que te transmiten, y que dependen de los recuerdos, fantasías… evocados por los sonidos, cargas positivas, cargas negativas y cargas neutras. En cualquiera de los casos, se trata de dejar en primer plano la escucha pura y relegar, si es preciso -y lo cierto es que suele serlo-, a todo lo que no sea sonido, hasta que se desvanezca todo centro, todo escenario y todo trasfondo.

Nuestra atención es el mejor regalo que podemos ofrecer a otra persona. Saber escuchar es fundamental para lograr una comunicación efectiva. Practicando la escucha atenta puedes  mejorar la comunicación, además de incrementar el nivel de comprensión y conocimiento, la eficacia en el trabajo, la productividad, reforzar las relaciones con compañeros, con clientes  o con familiares, mejorando tu vida personal y profesional.

 

Esther Fernández

Senior Consultant

Mindfulness & Coaching

 

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