La vida contiene dolor y sufrimiento. ¿Por qué no aprender a vivir con ellos en lugar de intentar evitarlos?
Dedicamos mucho tiempo a lograr mejorar las condiciones exteriores de nuestra vida, pero es nuestra mente la que crea nuestra experiencia del mundo, y justamente de aquello que estamos logrando y lo traduce en bienestar o en sufrimiento. Merece la pena, por lo tanto, dedicar tiempo al cultivo de nuestra mente.
Sí, la vida contiene dolor y nos llega a todos.
Me gusta como lo cuenta Paul Auster nada más comenzar su libro Diario de invierno:
“Piensas que nunca te va a pasar a ti, imposible que te suceda a ti, que eres la única persona del mundo a quien jamás ocurrirán esas cosas, y entonces, una por una, empiezan a pasarte todas, igual que le suceden a cualquier otro”.
El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional
Para entender esta diferencia entre dolor y sufrimiento, podemos utilizar la analogía busdista de las dos flechas (Sallatha sutta).
Hay situaciones en la vida que son dolorosas; como una pérdida, una enfermedad grave… Son inevitables, nos llegan a todos y no las podemos cambiar. Es como si la vida nos lanzara una primera flecha. Es lo que llamamos dolor.
Pero nosotros, al resistirnos, nos lanzamos una segunda flecha como reacción a la primera. Esta segunda flecha es la que añade sufrimiento a dichas situaciones, al resistirnos a ellas, con la no aceptación. Añadimos reacciones que sí son evitables, como la tensión física, la ansiedad, pensar de forma negativa…
La clave está en la aceptación. Aceptar cualquier cosa que contenga el momento presente como si la hubieras elegido. Permitir que sea tal y como es.
Porque la aceptación te proporciona una visión más clara que te permite adoptar una postura coherente con la realidad, sin añadir drama ni victimismo.
Practicar la aceptación y mindfulness nos permite acceder a un estado emocional más libre. Es una actitud interior de paz y fortaleza, desde donde es más fácil tomar mejores decisiones o emprender acciones más adecuadas.
Porque sceptar no quiere decir que te resignes.
Como dice Eckhart Tolle acepta, y después actúa.
Y si lo deseas, puedo acompañarte con Mindfulness & Coaching
Esther Fernández
Consultora Coach
Experta en Mindfulness, liderazgo y estrés