Cuando vi las imágenes en las redes sociales de esta mujer de más de 90 años pintando flores azules pensé que tenía que estar en mi blog Absolute Beginners para inspirarnos a encontrar lo que nos apasiona y fluir en ello el resto de nuestra vida, sin importar la edad, sin escuchar los argumentos limitantes de la sociedad.
Agnes Kasparkova, 1926, Louka, un pequeño pueblo checo en el sur de Morava. Empezó su afición a la pintura al jubilarse de una dura vida en el campo. La belleza de sus ornamentos florales animó a todas las casas del pueblo a encargarle la decoración de sus fachadas.
Su método de trabajo se basa en la improvisación. No planifica lo que va a pintar, va surgiendo según va avanzando y la imaginación va plasmando la obra.
He leído en las redes sociales que la misión de Agnes es embellecer las casas de Louka pero yo creo que con sus flores azules nos embellece a todos, recordándonos que la edad no tiene por qué ser un impedimento para seguir haciendo aquello que nos gusta ni para desarrollar la creatividad.
Su Azul me recordó también a la flor de Novalis y el anhelo por lo infinito…
Yo quiero ser esa mujer que a sus noventa y tantos, con un pincel y pintura azul, nos recuerda que somos portadores de belleza, y de un jardín interior, infinito, capaz de elevarse por encima de cualquier invierno.
Esther Fernández
Consultora Coach experta en Mindfulness
Liderazgo y creatividad