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¿Cómo empiezas tus mañanas? Esta pregunta, que a primera vista puede parecer trivial, esconde una de las claves más poderosas para tu bienestar y productividad. Cada amanecer trae consigo la oportunidad de establecer el tono para el resto del día. Y, sí, cómo eliges pasar esas primeras horas puede marcar la diferencia entre un día lleno de energía y propósito, o uno donde todo parece ir a contracorriente.

La ciencia detrás de una buena mañana

El cerebro y el cuerpo tienen ritmos naturales que, si aprendemos a escuchar y respetar, pueden ser nuestros mayores aliados. Por ejemplo, nuestra hormona del estrés, el cortisol, alcanza su punto máximo aproximadamente 30 minutos después de despertar. Este pico matutino, conocido como el despertar del cortisol , no es algo malo. De hecho, está diseñado para activar nuestro sistema, ayudándonos a pasar del estado de descanso al de acción.

Sin embargo, muchas veces boicoteamos este proceso natural. Al abrir el móvil nada más despertar, nuestra mente se inunda de mensajes, problemas y demandas externas. Esto no solo aumenta el estrés, sino que desvía nuestro foco de lo que realmente importa: nosotros mismos.

Crea una rutina matutina que funcione para ti.

Las mejores mañanas no se improvisan; se diseñarán. Aquí tienes algunas prácticas simples pero efectivas para comenzar el día con claridad y energía:

  1. Luz natural al despertar
    Sal a la terraza, abre la ventana o simplemente da un paseo corto al aire libre. La exposición a la luz natural por la mañana regula tu ritmo circadiano, mejorando tu energía y tu calidad de sueño por la noche.
  2. Un momento para la atención plena
    Dedica 5 o 10 minutos a estar presente, ya sea con una breve práctica de mindfulness, respiraciones conscientes o simplemente disfrutando de tu desayuno sin distracciones. Este hábito te ayudará a empezar el día con una mente más tranquila y enfocada.
  3. Movimiento físico
    No necesitas una sesión de gimnasio intensa. Una caminata ligera, unos estiramientos o yoga matutino pueden activar tu cuerpo, mejorar tu circulación y estimular la liberación de endorfinas.
  4. Retrasa el café
    Aunque parezca imposible para los amantes del café, es mejor esperar unos 60-90 minutos después de despertar para consumirlo. Esto permite que el cortisol haga su trabajo y evita la dependencia inmediata de la cafeína para activar tu energía.
  5. Define tu intención del día
    Pregúntate: ¿Qué es lo más importante que quiero lograr hoy? Establecer una intención te da dirección y propósito, ayudándote a priorizar lo que realmente importa.

El impacto en tu vida

Adoptar estas rutinas no solo mejora tu productividad; También transforma tu relación contigo mismo. Una mañana bien aprovechada no es solo un ritual para “hacer más”, sino una manera de comenzar el día desde un lugar de cuidado y presencia.

Como dijo Robin Sharma: “Las mañanas bien diseñadas crean días excepcionales, y días excepcionales crean vidas extraordinarias”.

¿Por dónde empezar?

No necesitas implementar todos estos cambios de golpe. Escoge uno o dos, y adáptalos a tu ritmo de vida. Lo importante no es la cantidad, sino la constancia. Cada pequeño ajuste suma.

Recuerda: liderar tus mañanas es el primer paso para liderar tu vida

¿Te interesa descubrir más sobre cómo transformar tus días desde la mañana? Escríbeme y hablemos sobre cómo el coaching y el mindfulness pueden ayudarte a alcanzar tus objetivos personales y profesionales.

Esther Fernández
Coach ACC experta en mindfulness